En la FIFA empieza a aceptarse la figura del psicólogo para el fútbol
En la revista FIFA MAGAZINE del pasado mes de febrero’98 aparece un artículo
de Peter GYR en el que alude a la importancia creciente del apoyo psicológico
en los equipos de fútbol tanto a jugadores como a entrenadores y distingue lo
que podríamos llamar tres estadios o niveles de aplicación de la psicología al
equipo deportivo:
• Estadio 1.- El análisis del carácter y personalidad de cada jugador
• Estadio 2.- El estudio de la cohesión y las interacciones en el equipo
• Estadio 3.- El establecimiento de objetivos comunes que prevalezcan sobre
los individuales.
A la vista de lo anteriormente expuesto cabría preguntarse
¿Es aconsejable la preparación psicológica en el arbitraje para fútbol?
¿En qué ámbitos podemos hacer uso de la preparación psicológica para
arbitrar?
¿Hay cualidades psicológicas que distinguen a los árbitros buenos de los
excelentes?
Estas cualidades, ¿se tienen o se adquieren?
Veamos dos casos prácticos y recientes:
CASO Nº 1.
LOS HECHOS
Son apenas las 23:00 del 6 de marzo de 1998 y acaba de concluir un interesante
encuentro de Liga Nacional de Primera División: Barcelona – R. Madrid.
Hacia el min. 10 de la segunda mitad del encuentro la señalización de una falta al
jugador Hierro del R. Madrid, acompañada de una tarjeta amarilla, supone la expulsión
del jugador por acumulación de tarjetas. En ese momento el resultado era de empate a
cero goles. A partir de ese momento el partido, que se ha desarrollado en todo
momento con mucha velocidad y deportividad, ha tomado un cariz diferente y ha
acabado con el resultado de 3-0 a favor del Barcelona.
LAS VALORACIONES
Los veteranos comentaristas de radio han aplaudido la actitud del árbitro (CON
RESPECTO A LA TARJETA DE LA EXPULSIÓN) a la vez que han reprendido al del
jugador madridista por dejar a su equipo en inferioridad numérica.
Al acabar el partido, el Sr. Presidente del R. Madrid en unas declaraciones por radio
echa la culpa al árbitro de la derrota de su equipo y afirma algo así como que el árbitro
había sido durante la segunda mitad el mejor jugador del Barcelona.
LA PERSPECTIVA ARBITRAL
Imaginemos por un instante que nos ponemos en la piel del árbitro que escucha o
tiene noticias de las declaraciones, ¿Qué podemos pensar de estas declaraciones?
¿Qué haríamos? ¿Puede una situación de este tipo afectar a la confianza del árbitro?
¿Reaccionaríamos todos de igual manera
CASO Nº 2
LOS HECHOS
Lunes 9 de marzo de 1998. Se juega el Valencia-Mérida.
En los primeros minutos del encuentro se produce una jugada en la que se invalida la
concesión de un gol a un jugador del Valencia por estimar que se hay ayudado del
brazo para conseguir hacer llegar el balón a la red. El árbitro consulta con su asistente
y optar por señalar la infracción del delantero. Las cámaras de TV son testigos del
hecho.
LAS VALORACIONES
Los comentaristas de TV ratifican la decisión del equipo arbitral y enfatizan en la
dificultad de acertar en una jugada tan rápida.
LA PERSPECTIVA ARBITRAL
Imaginemos por un instante que nos ponemos en la piel del árbitro y de su asistente:
¿Cuál es la primera impresión de uno y otro?
¿Cómo valoramos la actitud de árbitro y asistente?
Teniendo en cuenta que el asistente ("Rafa" Guerrero) había pasado por una
experiencia desagradable anterior, ¿podría verse afectada la confianza del árbitro en
su asistente? ¿y la del propio asistente?.
TRABAJO PERSONAL:
¿Hemos pasado en algún momento por alguna situación similar? ¿Cómo se resolvió?
Describe una experiencia personal, de la que guardes un excelente recuerdo, en la
que tras aplicar la confianza se sucedieron consecuencias de éxito.
